Es cierto que las fotos que tomamos en reuniones familiares, eventos sociales y múltiples celebraciones son para la posteridad y el recuerdo, pero miremos detalladamente nuestra cabeza en esas fotos y analicemos… la mayoría de veces esta mas adelantada de lo normal, dejando atrás a los hombros, tórax y el resto del cuerpo; con los años, esta posición se va volviendo permanente.
Veamos otro ejemplo sencillo: el apoyacabezas del carro podría decirse que es la parte mas nueva del vehículo, porque aunque su nombre nos indica su función, pocas veces le damos ese uso, ya que nos cansa tener una posición correcta y terminamos con la cabeza a kilómetros de éste.
Al mantener estas posiciones los músculos cervicales profundos se van debilitando y predominan los superficiales, halando constantemente la cabeza hacia adelante, e impidiendo que se mantenga la posición correcta del resto del cuerpo, ya que al tratar de sostenerla en su posición, sin darnos cuenta, cambiamos toda nuestra estructura corporal: la joroba se aumenta, posiblemente la curvatura lumbar también se intensifica, el abdomen se sale, las rodillas se van para atrás, en fin todo nuestro cuerpo empieza a colapsar; e inician una cadena de dolores en el cuerpo que muy pocas veces asociamos a nuestra postura corporal.
Dediquemos unos pocos minutos al día para elongar esta musculatura tensa y activar la débil para que este año nuestras fotos sean de portada y tengamos la cabeza en su lugar.