Si lo puedes pensar o imaginar, lo puedes hacer. Y cuando te digo TODOS es TODOS, no importa tu edad, tu estado físico, tu lesión o incluso tu discapacidad.

Si hay algo maravilloso de nuestro cerebro es que con tan solo imaginarte un movimiento es como si ya lo estuvieras realizando, y muchos estudios así lo comprueban. Uno de mis mayores retos ha sido encontrar y formular movimientos que se puedan iniciar desde tan solo el pensamiento hasta llegar a las modificaciones más complejas. ¡Movimiento es movimiento!.

No se trata de sólo recibir información sobre un servicio, un movimiento o un ejercicio. Se trata de entender cómo tu cuerpo se organiza para que muevas lo que mueves, o porque tu cuerpo se organizó de tal manera que te impide o bloquea el movimiento en ciertas zonas o regiones.

Se trata de valorar cada uno de los segmentos de tu cuerpo y analizar su hermoso fluir de la manera que se tiene en el momento, entendiendo que esa organización de tu movimiento es fruto de tus experiencias vividas, las emociones sentidas y los recuerdos guardados en tu corteza cerebral (prefrontal).

El dolor produce rechazo, reacción de retirada y bloqueo en cualquier situación. Así que nada de lo que hagas en tu práctica de MIA (Movimiento Integral Avanzado) debe generar dolor.

Siempre hay una estrategia para lograr el objetivo sin que duela. Atrás quedan los lemas de ”si no duele, no sirve”, por supuesto que sirve, y sirve más de lo que te puedas imaginar.

La consciencia a través del contacto físico es uno de las más preciadas sensaciones que podemos experimentar, sumada a la gran cantidad de beneficios que encierra. El tacto es el sentido más desarrollado al nacer, y la piel es una extensión del sistema nervioso central, es por esta razón que las percepciones táctiles se traducen en estados fisiológicos del cerebro:

• Reducción en la producción de cortisol
• Favorece la producción de linfocitos, la primera línea de defensa del sistema inmunológico
• Aumenta la producción de serotonina, dopamina y oxitocina

Tu cuerpo es único, tus movimientos y tu manera de reaccionar a los estímulos también, y esto hace que tu ritmo sea personal, así que no lo quieras demeritar ni sobre exaltar. Tu movimiento es tuyo y a tu propio ritmo irás ganando, otras características que sean importantes para ti.

La fuerza de gravedad genera un peso con el cual es suficiente trabajar en estadios iniciales de tu proceso de movimientos con consciencia, a medida que se requiera se puede incrementar la dificultad del ejercicio para aumentar la resistencia dada por tu propio peso

La flexibilidad la defino como el arte de adaptarse. Una buena postura te da músculos flexibles y sanos es mentira, músculos flexibles y sanos te dan una buena postura es verdad.

Un músculo flexible es un músculo sano y un músculo rígido es un músculo enfermo, esto quiere decir que es necesario tener una buena materia prima a la hora de conseguir una buena postura, o de lo contrario será algo de efecto momentáneo.

Por eso uno de nuestros principales objetivos debe ser siempre elongar o estirar la musculatura de nuestro cuerpo para mantenerla saludable y así conseguir de manera práctica y eficaz una postura buena sin esfuerzo, ni dramatización de lo que es una buena posición corporal.

En el cuerpo influye completamente mis pensamientos y en mis pensamientos influye mi cuerpo. Es necesario flexibilizar la musculatura y la mente simultáneamente para generar mejores transformaciones.

La respiración va más allá que un simple intercambio de aire o una función vital de nuestro organismo.  Es lo primero que hacemos al nacer y lo último al morir, pero en el transcurso de la vida vamos quedándonos con patrones respiratorios alterados influenciados por nuestros estados físicos y emocionales.

Aprender a ser consciente del fluir del aire es fundamental en el proceso de recuperación, ya que es la base del funcionamiento de nuestro organismo.

El músculo esquelético tiene como principales funciones facilitar el movimiento, habilitar la resistencia muscular, brindar estabilidad en nuestras articulaciones, dar soporte a nuestra postura corporal y proveer uno de los componentes claves para el equilibrio y la coordinación y en el momento que esta se altera también se alteran o modifican todos sus beneficios y aportes.

Es por esto que encontrar un balance entre fuerza y flexibilidad es primordial.

No hay nada más gratificante y respetuoso que conocerte y tener claros los límites de tu movimiento, entrenarte en escuchar tu cuerpo para no agredirte ni sobrecargarte.  Esta actividad traspolada a tus emociones y reacciones también te dicta como poner limites en tus relaciones, en tus comportamientos y en tus vínculos.

Hacerlo hasta donde sea justo, hasta donde sea necesario, pero ante todo hasta donde sea respetuoso para tu cuerpo.

En la diversidad de los movimientos está la complejidad o la facilidad para realizarlos. En la medida que nos movemos haciendo siempre los mismos patrones se generar surcos cerebrales que se instauran y nos impiden salir del automatismo de la lesión.

Al crear nuevas rutas se generan nuevos surcos que brindan a nuestro cuerpo posibilidades infinitas de bienestar.

Tenemos una cultura de hacer, del esfuerzo, de la sobrecarga, es importante reconocer cual es el momento de parar, detenerse, y respirar para volver a comenzar.

Solo tu tienes esa anatomía, te mueves de manera autónoma, formada por tus comportamientos, aprendizajes, recuerdos y respuestas. No imitas movimientos, los creas

Aunque deje este parámetro de último realmente es el más importante, tratate con amor, con suavidad, reconociendo tus fortalezas, mirando con atención y con intención cada centímetro de tu piel, tocándote suavemente, y dandote todo el amor que te mereces.

Durante cada práctica disfruta el tiempo de “yo con yo”, es tu tiempo, es tu momento.