La mayoría de personas “saben” que estirar es importante, pero de saberlo a hacerlo hay mucha diferencia, pues aunque el término y el concepto es conocido, su práctica es muy escasa y en gran cantidad de ocasiones el mayor grado de deserción, es por la cantidad de mitos que hay alrededor de esta práctica. Aquí te aclararé 3 de los más comunes.
1. “Si no duele, no sirve”
FALSO.
Un estiramiento hecho de manera consciente, permitiendo que el punto de origen y de inserción del músculo se alarguen simultáneamente, y con una respiración adecuada, tiene mayor efecto, que un movimiento para estirar el músculo de manera agresiva y violenta. El dolor produce rechazo, mayor tensión y a la vez más contracción. El estiramiento puede ser suave, respetuoso y amoroso.
2. “ Si fortaleces y estiras, vas a perder lo que fortaleciste”
FALSO.
EL hacer una rutina de fortalecimiento, genera cambios estructurales en la célula del músculo, si posteriormente ese músculo se estira, no va a generar ningún cambio en el tejido ya trabajado. Un estiramiento regular, como acompañante del fortalecimiento puede mejorar tu potencia, fuerza y resistencia.
3. “ El estiramiento es cosa de mujeres”
FALSO.
Tanto los músculos de mujeres, como los de hombres necesitan el estiramiento. Muchas de las lesiones producidas en hombres, es porque no hay una buena flexibilidad a la hora de realizar movimientos básicos y comunes. El estiramiento puede ayudar al cuerpo masculino, tanto como el femenino.
Y no hay nada más alejado de la realidad, los estiramientos conscientes, bien realizados y bien dirigidos son realmente, fortalecimiento en excéntrico, es decir en alargamiento y determinan en gran medida la salud muscular.
“Un músculo flexible es un músculo sano y un músculo rígido es un músculo enfermo”, es una frase que con certeza me has leído o escuchado antes tratando de aumentar la consciencia respecto a la importancia del estiramiento.