Desde hace muchos años soy aficionada al tema de la postura, y no porque busque una postura perfecta, ya que cada vez me convenzo más que la postura perfecta no existe!!
Si, no existe!!
Tenemos estereotipos de lo que “se cree” es una buena postura, y se tienen creencias, como que el estar completamente rígidos, sacar el pecho o alargar la cabeza, es una buena postura. Otra creencia es que el tener buena postura está directamente relacionado a la ausencia de dolor de espalda, cuello o cintura, y la verdad no es necesariamente así…yo he tenido pacientes que estética y biomecánicamente parecen perfectos… pero les duele hasta el pelo, y conozco personas con unas posturas que yo digo ¡por Dios a este señor le debe doler todo!! Y resulta que no le duele nada.
Porque más allá de una postura perfecta y equilibrada buscamos: un balance muscular adecuado, movimiento para las actividades diarias y ante todo calidad de vida!!
Una buena postura es eso… “es balance de nuestros músculos sin tensiones o recargas”
Muy pocos pacientes he atendido, que su motivo de consulta haya sido que quieren mejorar su postura por que no se ven bien, la gran mayoría llegan por el disparador del dolor en alguna parte de su cuerpo, o por que son otros que les dicen que tienen malas posturas.
Así que el objetivo de tener una buena postura se construye en el día a día, en las actividades diarias, en tus movimientos sanos, incluso hasta en la adecuada gestión de tu área emocional, ya que las emociones se reflejan también en el cuerpo.
Piensa que cuando conoces a alguien muy bien, su lenguaje corporal, es decir con su postura y sus movimientos puede demostrarte claramente si se encuentra alegre y fiestera, o triste y deprimida ¿verdad?
Creo que el no haber sido adecuadamente educados en el tema del conocimiento de nuestro cuerpo, nos ha llevado a separarnos drásticamente de él, y delegar la responsabilidad de mi cuerpo a otro.
Aparecen frases como: “Es que si yo no me mejoro de mi columna, de mis rodillas o de mis caderas, es culpa del médico, del ortopedista o de la fisioterapeuta”, por que es más fácil delegar mi responsabilidad al otro en vez de asumir la propia.
Y con esto no te digo que tienes que estudiar medicina, o fisioterapia, te digo que te debes volver un experto en ti. ¡Nadie puede conocer tu cuerpo mejor que tú mismo!
La buena postura se logra cuando asumimos la responsabilidad de conocer y apropiarnos de nuestro cuerpo. En ese momento, nos son entregadas una gran cantidad de herramientas para aliviar nuestros dolores musculares, para gestionar las emociones y para regular nuestras sensaciones, lo que al final va a repercutir en una buena postura ante la vida.
Así que como ves la postura no la podemos reducir a un simple “párate derecho”, la sana y buena postura es el balance de la salud muscular, articular, emocional, neurológica, social y hasta familiar.
Una buena postura está asociada a la adecuada relación que empiezas a tener contigo mismo, es un tema de amor propio, de autocuidado, de consciencia de mi cuerpo, de mis emociones y mis pensamientos.
¡¡ Tienes todo a tu alcance para tener una buena postura!!