Cuándo cosas tan sencillas como girar una llave, destapar una botella o escurrir un trapo se vuelven prácticas tortuosas, pueden ser las primeras manifestaciones de enfermedades un poco más complejas como artritis, artrosis, túnel carpiano, dedo en gatillo, entre otras…
Muchos de nuestros huesos, incluidas las muñecas y las manos están protegidos por cartílagos. El cartílago es el tejido que recubre la superficie ósea que forma parte de las uniones o articulaciones, es el encargado de soportar y distribuir las cargas que se transmiten entre las superficies y proporcionar un deslizamiento suave y sin fricción.
Cuándo estos cartílagos se desgastan, se inflaman o se pierden generan mucha sintomatología y si además se suman factores genéticos o autoinmunes pueden desencadenar síndromes o enfermedades más complejas.
Hoy puntualmente te quiero hablar de 2 de ellas: la artritis y la artrosis, muchas veces confundidas, que aunque comparten algunos de los síntomas, realmente tienen grandes diferencias.
Comparten que las 2 son enfermedades reumáticas, que producen dolor, que afectan una o varias articulaciones y que son más frecuentes en mujeres que hombres.
Pero se diferencian en que mientras la artritis es una inflamación que afecta la membrana sinovial, (que básicamente es como el tapete de la articulación), la artrosis es un proceso degenerativo crónico que afecta el cartílago, es decir la almohaditas que está entre los huesos de la articulación y que sirve para que no se rocen.
Otra diferencia es que en la artritis el líquido sinovial, esto es el líquido que lubrica, (como el aceite en las bisagras), se esparce por la articulación en lugar de ser reabsorbido como sucede normalmente, lo que genera una erosión del hueso y el cartílago y en la artrosis el cartílago tiende a desaparecer haciendo que el roce se produzca directamente entre los huesos.
En cuanto a sus causas: la artritis es muy diversa puede ser por infecciones que llegan a la articulación, traumatismos, o enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea o por depósitos de cristales lo que se conoce como la gota.
En cambio la artrosis suele estar asociada al envejecimiento, no obstante influyen otros factores como la obesidad o el sobre uso.
Respecto a los síntomas las dos pueden afectar a cualquier articulación del cuerpo pero la artritis reumatoide afecta más a las muñecas y dedos de las manos, la artrosis se localiza en manos, rodillas, caderas, columna y pies.
En la artritis las articulaciones se tornan inflamadas, calientes y rojas y en procesos avanzados también se pueden deformar, en la artrosis aparecen más los crujidos al mover la articulación, pero en fases avanzadas también se deforman y pierden la movilidad.
Y una última diferencia es que el dolor también se expresa de manera diferente, en la artritis el dolor es constante, mientras que con la artrosis el dolor aparece al mover la articulación y mejora casi siempre con el reposo.
Como ves ninguno de los dos procesos es fácil ni agradable, pero el conocer las diferencias nos da una ruta de tratamiento distinta, que aunque en algunos momentos sean también diferentes, el objetivo siempre será el darte calidad de vida y mejorar tu sintomatología, a través de unos movimientos correctos, sanos y conscientes.