¿Qué tanto afecta el uso de la tecnología mi columna?

Con este título muchos adolescentes ya deben estar desechando este artículo pensando que voy a criticar el uso de la tecnología, y no es así. 


Simplemente quiero hacer un abrebocas, de lo que el uso de las posiciones en la era tecnológica nos está afectando. 


Empecemos con un ejemplo sencillo: Anteriormente los juegos eran  correr, saltar la cuerda, la lleva y rayuela entre otros; práctica que nos llevaba a tener un mejor estado cardiovascular, coordinación y equilibrio; actualmente nuestra infancia juega frente a un x-box, play station, nintendo, o en su defecto los jueguitos del celular, donde su esfuerzo físico es mínimo y además lo realizan de manera incorrecta, porque normalmente lo practican “escurridos en una silla” o  acostados en la cama.


Mi hija de 3 años maneja el iPad mejor que yo. 

Desde pequeños hacen un uso excesivo de la tecnología, llevándolos a estar más de 8 horas (por no decir más) con una flexión de cuello, de espalda y con los brazos hacia adentro, con pulgares recogidos, tecleando constantemente. 


Por esta razón cada vez es más común los dolores de cuello, dorsales, e inclusive de hombros y hasta de las manos y pulgares… ¡dolores tecnológicos! 


Y como dato curioso: 

¿Sabían que tenemos un mayor número de músculos que nos cierran, colapsan o comprimen, que los que nos abren, expanden y alargan? 


Es por esta razón que a medida que nos envejecemos vamos perdiendo estatura, nos encorvamos y terminamos mirando para el suelo. 


Lo grave es que estamos viendo esos cuerpos, ya no a los 80 o 90, sino a los 20 o 30 años. 

Partiendo del uso del celular en mensajes de texto, chats, Messenger, pasando por el computador de escritorio, laptops y llegando a las tabs, no hay una sola que piense en la ergonomía del cuerpo.


La tecnología no es mala. 


Las posiciones y el tiempo que mantenemos esas posturas, es lo que realmente afecta nuestra columna. 


Si fuéramos conscientes del daño que le hacemos a nuestro cuerpo, con las horas tan largas que le dedicamos a mantener esas posiciones erradas, usaríamos unos minutos, tratando de darle un descanso y flexibilidad a nuestro cuerpo.

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