Ejercicios de pie personas con hemiplejia

Ejercicios de pie para personas con hemiplejia

Caminar y mantenerse de pie son 2 de los “objetivos fundamentales”, o más bien de los sueños y anhelos de una persona después de sufrir un derrame cerebral o una trombosis, ya que además es símbolo de independencia y por supuesto de estar en la dirección correcta a una recuperación.

 

Los ejercicios de pie siempre deben realizarse en un ambiente seguro, donde haya algo o alguien de que sujetarse y por supuesto no hayan riesgos de caídas y conllevan beneficios esenciales, aquí te compartiré 10 de ellos:

 

  1. Aumenta tu fuerza muscular en columna, cuello y cabeza, al estar manteniéndote en ésta posición erguida y activando los músculos antigravitatorios
  2. Fortaleces los músculos de tus  muslos, piernas y pies, por el peso y soporte de tu peso, así aún no tengas movimiento voluntario
  3. Trabajas sobre tu sistema nervioso central (SNC)  
  4. Favorece el patrón respiratorio contra resistencia
  5. Mejora la propiocepción, estabilidad y equilibrio, haciendo traslados de peso, cambios de direcciones, de velocidad, de control
  6. Mejora la estabilidad del tobillo y pie, por que te activa los músculos alrededor tanto al estar estático como al estar en movimiento
  7. Mejora la sensibilidad del pie, la cual se ve afectada no solo por la lesión per se sino por la falta de contacto con las diferentes superficies
  8. Si se usa férula facilita el proceso de adaptación a zapatos, y por ende da estabilidad en la marcha con el uso adecuado de la férula
  9. Facilita el progreso de la marcha, al ser entrenada toda la musculatura de la locomoción
  10. Una vez entrenado el patrón de marcha facilita el avanzar a pasar obstáculos, subir andenes y atravesar calles.

 

Ahora te daré tres ejercicios para que inicies tu práctica, y recuerda siempre escuchar tu cuerpo, hasta donde sea cómodo, práctico y eficiente.

 

1. Inicias de pie con los pies abiertos a la distancia de las caderas, y procurando distribuir el mismo peso a cada lado y “simplemente” te sostienes por un minuto

  • Ahora balancéate hacia adelante y hacia atrás y ve observando que lo hagas con los 2 pies iguales, con el mismo peso hacia las 2 piernas
  • Balancéate a derecha e izquierda, revisando que todo el peso de tu cuerpo te acompañe, es decir que no vayan los pies a un lado y las caderas para el otro

2. Abre tus piernas a la distancia de las caderas y sujetandote de algo o alguien al frente, siéntate en una silla, manteniendo tu espalda recta

3. Camina hacia atrás, a los lados y diagonales, tal como sería una marcha normal (nadie camina solo para adelante)

 

Te animo a que cada vez incluyas más ejercicios de pie en tu rutina de rehabilitación, se que es un poco atemorizante al comienzo pero una vez inicies y disfrutes de sus beneficios querrás hacerlos más frecuentemente y serán parte fundamental de tu recuperación.

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